

Nos despedimos de los chavales contentos y sobretodo emocionados, estamos flipando, parecemos dos recien nacidos que lo empiezan a descubrir todo. Foto arriba, foto derecha, foto, foto y más fotos. Ante nosotros el valle del Kali Gandaki, tan nombrado en la literatura de montaña, se abre ante nosotros en un remolino de desordenados cauces que llevan agua marrón debido a las pasadas lluvias.
A lo lejos aparece una motillo y advertimos que se ha caido un cable del tendido electrico que chispea en el suelo, pasamos con cuidado y continuamos. No es el único obstáculo, el puente de madera que existia para cruzar uno de los afluentes no existe y solo están las pilastras. Nos toca cruzar el rio y jod… que fria está el agua!!Durante el trayecto inscripciones en las rocas con oraciones budistas y vendedores de “copias” como falsos fósiles y collares.
Un grupillo de burros nos recibe en el primer pueblo tras jomsom, Elekbathi. El concepto coca-cola fria parece que no está muy bien entendido aquí, claro está que con las idas y venidas de la corriente electrica… Todo ello al fin y al cabo porque no nos fiamos de los zumos que si que están frios.
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